La cantidad de energía consumida durante un evento se compara con la cantidad de energía consumida en días recientes, similares y sin eventos, durante el mismo periodo de tiempo, para determinar la cantidad de energía ahorrada.
Para calcular el consumo de energía previsto, identificamos los 10 días laborables anteriores (si el evento es un día laborable) o los 5 días de fin de semana o festivos anteriores (si el evento es un fin de semana o festivo). Dentro de esos días, elegimos los 5 días con mayor consumo de energía para un evento entre semana o los 3 días con mayor consumo de energía para un evento de fin de semana o festivo. Sólo se tienen en cuenta los días en los que no se ha producido ningún incidente o apagón. Calculamos su consumo medio de energía para un evento entre semana o la media ponderada para un evento de fin de semana o festivo. Por último, se realiza un ajuste para tener en cuenta las condiciones meteorológicas basándose en su consumo de energía durante las horas anteriores y posteriores al suceso en comparación con las mismas horas en los días similares seleccionados.
La diferencia entre el consumo de energía previsto y el consumo real durante el evento es lo que se le pagará, aplicado como crédito anual a su factura.